Milei insiste en que vetará la reforma jubilatoria y queda obligado a negociar con la oposición en el Congreso
Javier Milei confirmó que vetará la reforma jubilatoria aprobada por el Congreso y la oposición se prepara para juntar dos tercios de los votos en cada Cámara para rechazarlo en el recinto y obligar al oficialismo a avanzar con su reglamentación. Para evitarlo, las opciones del Presidente se reducen a una sola opción: negociar.
Las crisis internas que estallaron en La Libertad Avanza y en el PRO -su socio político-, dejaron al Presidente con tres derrotas parlamentarias consecutivas y poco margen de maniobra. Aunque el Presidente está convencido que cada vez que pierde una batalla en el Congreso, su figura política se fortalece, tampoco está dispuesto a poner en riesgo el equilibrio fiscal.
Descartada de plano la posibilidad de ceder en el déficit cero, todo se circunscribe a lo que puedan conseguir sus mejores negociadores -liderados por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos- con los gobernadores dialoguistas y con los diputados y senadores del PRO y de fuerzas provinciales que votaron a favor de la reforma.
Poca margen de negociación, presiones y el debate por quién paga el costo político
Lo avisó con las iniciativas sobre el financiamiento educativo y lo cumplió con la reforma jubilatoria, Milei va a vetar cualquier proyecto que ponga en riesgo el déficit cero. Esa es la idea fuerza con la que el oficialismo atacó a la oposición que votó los cambios y con la que intentan minimizar el costo político de una medida “antipática”, como es la de negar un aumento adicional para los jubilados.
También fue el argumento que utilizó el expresidente Mauricio Macri para ratificar que el PRO acompaña el rumbo económico del Gobierno, aunque avisó que puede haber discrepancias.
No es la primera vez que el exmandatario sale a marcarle la cancha a Milei y, sin solución de continuidad, lo defiende firmemente. Es un juego en la puja de poder: hace una demostración de fuerza sin estirar demasiado, para no romper.
Sin embargo, esta vez los legisladores del PRO quedaron en una posición incómoda. Si la oposición insiste para rechazar el veto de Milei, deberán definir si mantienen el sentido de su voto en el recinto o si cambian. El debate vuelve a ser quién paga el costo político y ahí pueden entrar a jugar los gobernadores.
Los mandatarios provinciales fueron la llave que le permitió a Milei garantizarse los votos necesarios para aprobar la Ley Bases, incluso en la Cámara baja, en donde los diputados suelen manejarse por pertenencia a fuerzas políticas antes que por órdenes de los gobernadores de sus provincias. Ahora, podrían volver al centro de la escena.
El problema que enfrentan los negociadores de Milei es que el Gobierno cumplió pocas o casi ninguna de las promesas asumidas y el vínculo con los gobernadores atraviesa una nueva etapa de tensiones.
En una nueva mesa de negociaciones pedirían mayores garantías para los compromisos y ampliarán el pliego de pedidos, para evaluar las alternativas de reducir el impacto de rechazar el aumento a los jubilados.