La obsesióin del poder con el periodismo siempre termina mal
El régimen chavista en Venezuela tiene diversas historias de censura y ataque al periodismo. La última, fue la deportación del cronista de Radio Rivadavia Jorge Pizarro, que llegó a Caracas para cubrir las elecciones del próximo domingo y fue detenido, maltratado y expulsado de Venezuela.
Antes, el periodista mexicano Jorge Ramos sufrió la misma situación cuando Nicolás Maduro interrumpió una entrevista disgustado por las preguntas de Ramos. Esa grabación fue destruida pero la grabación fue recuperada tres meses después y publicada por Univisión Noticias.
Esto demuestra que la obsesión que tienen los gobiernos autocráticos por el periodismo siempre termina mal. Esa obsesión que tuvieron Hugo Chávez, Nicolás Maduro y el matrimonio Kirchner es la misma que muestra el Presidente Javier Milei.
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