El Mundo 22 de Julio de 2024

Joe Biden bajó su candidatura a la reelección y respaldó a Kamala Harris como reemplazante

Joe Biden decidió abandonar la carrera presidencial. El debate con Trump había expuesto su fragilidad y deterioro mental. Obama y otros popes demócratas le soltaron la mano.
Joe Biden bajó su candidatura a la reelección y respaldó a Kamala Harris como reemplazante

Joe Biden anunció que "se retirará" de la carrera por la Presidencia. Lo difundió este domingo vía la red X, tras recibir una enorme presión de parte de dirigentes importantes de su partido para que se bajara. Algunos lo hicieron on the récord, como la veterana Nancy Pelosi. Otros, como Barack Obama, lo deslizaron en los últimos días. Con la noticia aún en caliente, Kamala Harris rumbea hacia ser la postulante unánime del partido.

"Aunque fue mi intención buscar la reelección, creo que es en el mejor interés de mi partido y del país retirarme y enfocarme únicamente en cumplir mis tareas como presidente por el resto de mi mandato", dijo Biden en una carta en la red social X. Agregó que le hablará al país en la noche.

Apenas anunció su dimisión, los mismos que lo jaquearon salieron a despedirlo con honores en las redes sociales, casi lamentando la noticia. La política y la carrera despiadada por no perder el poder encierra estas mini crueldades.

La salida de Biden abre un escenario todavía incierto respecto a su reemplazo, a poco menos de un mes de la Convención Demócrata que se realizará en Chicago. El plan B más a la vista es la postulación de la vicepresidenta Kamala Harris. De hecho, tras el primer mensaje de Biden le sucedió otro. Ahí el presidente saliente dio su opinión sobre el reemplazo ideal. Mencionó a Kamala Harris.

"Mi primera decisión como candidata del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo", planteó un Biden en retirada.

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Eso no significa que la vicepresidenta sea la elegida en bloque del partido. Pero sí evidencia una tendencia fuerte que podría transformarse en consenso. Otro pope demócrata, el expresidente Bill Clinton, se sumó al operativo clamor en favor de la VP. ¿Obama? El expresidente se inclina por un proceso primario demócrata abierto en la Convención del próximo mes en Chicago.

Esa diferencia es clave para lo que viene: candidato único de consenso (Harris) o debate abierto con varios anotados y libertad de acción para los 3.900 delegados que se concentrarán en la Convención demócrata.

Menos de una hora después de que Bill Clinton respaldara a Harris, Obama se pronunció sin mencionar a la vice. "Tengo una extraordinaria confianza en que los líderes de nuestro partido podrán crear un proceso del que surja un candidato destacado", dijo en un comunicado. Nancy Pelosi se muestra más cercana a la posición de Obama. La duda ante esa postura es si hay tiempo para un encuentro político sin una postulante favorita, en el que los gobernadores Josh Shapiro, Gretchen Whitmer y Gavin Newsom podrían competir con Harris.

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Apenas Biden le dio su aval a Kamala, los asesores y aliados de la VP empezaron a llamar a los delegados demócratas. Harris necesita el voto positivo de unos 2 mil delegados para convertirse en la elegida del partido. "Navegaremos en terreno desconocido en los próximos días", reconoció Obama después de llenar de elogios a Biden.

Pros y contras de Kamala Harris candidata

En la campaña presidencial del 2020 jugó un papel clave. Aunque quedó en un segundo plano frente a Biden, la identidad de Harris como mujer negra desempeñó un rol importante en su victoria, ya que su candidatura obtuvo el 90% de los votos emitidos por mujeres negras. Ese segmento se volvió muy hostil para Trump en aquella presidencial. Harris se convirtió en la primera mujer vicepresidenta de la historia en los EEUU.

Una vez con Biden-Harris en la Casa Blanca, la VP nunca logró hacer pie como figura fuerte dentro del esquema de gobierno. Tampoco logró consolidarse como una líder carismática. Ser la responsable de una misión difícil o directamente imposible de solucionar, como la crisis en la frontera sur, no la ayudó demasiado para encontrar una agenda que le sirviera de vidriera. En los últimos meses, Trump metió el dedo en esa llaga de forma permanente. El republicano le apuntó directamente a Harris como culpable de la crisis migratoria. Esa acusación el jefe MAGA incluyó sin falta una serie de exageraciones, hipérboles y falsedades respecto a las pestes derivados de la migración en los Estados Unidos.

En el Congreso, la ex senadora por California batió un récord. Usó el poder del desempate 32 veces, más que ningún otro vicepresidente en la historia de Estados Unidos.

En adelante, Harris buscará explotar su perfil de funcionaria judicial (fue fiscal de estado en California) en contra de Trump condenado en los tribunales de Nueva York. Además tomará con más firmeza (que el católico confeso de Biden) la bandera del derecho aborto.

Dos horas después de difundido el mensaje de Biden, la propia Harris confirmó que irá por la postulación. La vice le agradeció a Biden y afirmó: “Me siento honrada de contar con el respaldo del Presidente y mi intención es ganar esta nominación. Durante el año pasado, viajé por todo el país, hablando con los estadounidenses sobre la elección clara en esta elección trascendental. Y eso es lo que seguiré haciendo en los próximos días y semanas. Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata —y unir a nuestra nación— para derrotar a Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025.

La ya precandidata a la presidencia concluyó con una arenga: “Tenemos 107 días hasta el día de las elecciones. Juntos lucharemos. Y juntos ganaremos”. Pero la frase clave de su mensaje es otra: "mi intención es ganar esta nominación", dijo Harris. La mujer de 59 años nacida en California sabe que su postulación no despierta un respaldo hermético en el partido, empezando por los reparos de Obama.

Renunciamiento histórico

La de Biden es una decisión histórica con pocos antecedentes en la historia reciente. El último presidente de EEUU que decidió no presentarse a la reelección fue un demócrata: Lyndon B. Johnson en 1968. Lo decisión generó una Convención caótica que el partido no quiere repetir. Tras el corrimiento de Johnson, los demócratas terminarían derrotados ampliamente contra Richard Nixon.

El estado asambleario resultó negativo para el Partido Demócrata. Paradójicamente, aquella Convención del 68 se hizo en Chicago, como la que comenzará el 19 de agosto próximo. Obama parece inclinarse por esta última opción de debate libre, sin respaldar aún claramente a Kamala Harris.

¿Por qué Biden decidió bajarse?

Hasta el 27 de junio por la noche, el círculo de asesores y estrategas de Biden minimizaba los problemas vinculados a la edad del presidente. Si bien se viralizaron situaciones en las que se lo notaba perdido, frágil y con lapsus evidentes, en la Casa Blanca aseguraban que el demócrata de 81 años se encontraba lúcido.

Pero el 27 de junio a la noche todo cambió. El desastroso desempeño de Joe Biden durante su debate con Donald Trump precipitó las internas demócratas. Ese día, desde los primeros segundos del duelo verbal decenas de millones de personas vieron en vivo y después en redes un espectáculo incómodo. Biden titubeó, estuvo confuso, frágil y evidenció que no estaba en condiciones de enfrentar una campaña tan áspera. Y mucho menos, cuatro años de un posible segundo mandato. La situación dejó a los demócratas en pánico.

La primera reacción del Partido fue respaldarlo ante un momento tan crítico. Pero pasado el temblor, se alzaron voces respecto a la necesidad de que diera un paso al costado. Las encuestas a su vez lo mostraban como un claro perdedor ante Trump. Los aportes de campaña se paralizaron. Con el New York times a la cabeza, los medios de comunicación de línea progresista le exigieron que declinara.

Al punto de que el expresidente Barack Obama, la exjefa de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y los líderes demócratas en el Congreso Chuck Schumer y Hakeem Jeffries le pidieron en privado que se corriera. Acorralado, Biden finalmente aceptó.

Qué dijo Trump sobre la salida de Biden

Una vez conocida la noticia, Trump dijo en la red social Social Truth (que además es una de sus pertenencias) que "el corrupto Joe Biden no era apto para postularse para presidente, y ciertamente no es apto para ocupar el cargo, ¡y nunca lo fue!". El candidato republicano agregó: "Sólo alcanzó el cargo de Presidente con mentiras, Fake News y sin salir de su Sótano. Todos los que lo rodeaban, incluidos su médico y los medios de comunicación, sabían que no era capaz de ser presidente, y no lo era".

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